El diagnóstico del enfermo afecto de somatización no es complicado. En todo paciente que presenta muchos síntomas y ningún signo clínico a la exploración hay que sospechar que es víctima de la somatización. Si además añadimos que dichos síntomas son de larga evolución, algunos llevan años con ello, que el paciente afirma que va empeorando y la exploración clínica sigue siendo normal, la sospecha de somatización es fidedigna. Y si además el paciente ha pasado por la consulta de diferentes médicos y se le han realizado numerosas pruebas complementarias, todas normales, el diagnóstico es definitivo. Otra característica es que los síntomas que presentan están mal sistematizados, ósea no se corresponden con un cuadro clínico definido. Por ejemplo, en cuanto al sistema nervioso, estos síntomas desbordan o no se corresponden con un territorio anatómico en concreto. También es característico que faltan algunos síntomas que forman parte habitualmente del cuadro clínico como por ej. la a...